Siempre en la historia de la humanidad hay momentos que todos consideramos especialmente importantes, decisivos, y/o puntos de inflexión. En estos momentos hay personas como Galileo, Servet o Newton que su curiosidad, su afán por el conocimiento u otros factores les impulsa investigar, a cambiar las ideas preconcebidas y en general empezar a un pequeña revolución que termina cambiando la sociedad. Hay veces que son cosas tan tontas como si la tierra es redonda o el centro del universo, la ley de la gravedad o la circulación de la sangre.
En casi todos los casos hay una fuerte resistencia: a por que hay que revisar los conceptos, por que hay que reformular la física y a quien le importa si es redonda o por que se caen las manzanas si esto no afecta de ninguna de las formas a pongamos por ejemplo: el gremio de lo zapateros. Lo mejor es hacernos los locos y no hacernos preguntas o revisar como están hechas las cosas y mucho menos intentar cambiarlas,
Este post es una doble dedicatoria. Por un lado a ese grupo de gente inconformista, genios como pocos, que cambian el mundo a golpe de generosidad y están creando la verdadera sociedad del conocimiento para todos. Desde Galileo a Hawking y sin olvidar a mis 2 millones de colegas que hacen un esfuerzo de desarrollo e inteligencia colectivo en uno de los proyectos más ambiciosos y sin precedentes de la humanidad.
La otra dedicatoria es y desde hace muchos años para mi amiga Rosa María García. No seas tonta en la caja que nunca quieres mirar en interior, hay toda una revolución. Ahora que tienes un blog personal no pierdas tu oportunidad (o es una responsabilidad) de hacer algo que cambie/mejore la sociedad y de lo que te sientas orgullosa. Incitar a no mirar que hay dentro de la caja es un error, dejarte llevar por los talibanes del software privativo y abusivo, desde mi humilde punto de vista, solo va a convertir tu blog en una extensión de las cosas que haces por que te pagan muy bien y no recuerdas cuando las convertiste en tuyas.
Listening: New Radicals – You Get What You Give
Y es que no hay ninguna canción que refleje mi estado emocional o mi forma de ver la vida al 100%, pero está es una especie de mantra en segundo plano que me alegra la vida y es que uno recibe lo que da punto.